Cuando te veo y bajas la mirada, por mi mente pasan muchas
cosas. No sé si es por los nervios que invaden tu cuerpo, o porque simplemente
no te gusta mirar a los ojos. Siempre trato de tener una conexión visual, pero
nunca logro dar contigo, y cuando al fin lo logro, tus ojos corren tan rápido
que no alcanzo a disfrutar ni un segundo de ti.
Me es inevitable no pensar y preguntarme si tú piensas en mi
como lo hago yo. Todos los días que te veo, sonrío, y a pesar de que no son
largos momentos los disfruto.
Ya no sé como acercarme más a ti, hablamos, reímos, pero aún
no hay esa conexión que espero o que por lo menos sería linda. Te pareces tanto
a mí en algunas cosas, y justo en las que no me gusta como soy.
Si me gustas no conociéndote del todo, que terror me da
conocerte bien. Pero es el puente que quiero cruzar.
Espero el destino sea buenito conmigo y me tenga preparada
una parte de la vida contigo. Eres especial,
algo tienes, podríamos ser felices.